El proceso de valoración de una empresa no es un proceso sencillo, pero tampoco es complejo. Siempre hay que tener en cuenta de que existen dos partes, de las cuales el comprador siempre pensará que la empresa está “cara” y el vendedor que opina lo contrario.
Bajo ambos puntos de vista, lo principal es el cash flow que tenga el negocio. ¡Flujos de dinero son los que hacen a una empresa subsistir y crecer! Generalmente el vendedor sobrevalora su empresa por diversos motivos:
- Emocional: Siempre que uno crea algo, este pasa a ser como un hijo. Más si ha sido el soporte monetario para la familia.
- Marca: Una empresa que tenga una marca poderosa no significa que su empresa valga millones. Ya que sin flujos de dinero y sin inversiones, es imposible que esa marca genere dinero.
- Activos: Generalmente las maquinas y maquinarias involucradas están depreciadas por obsolescencia o por depreciación contable. Si bien éstas son parte fundamental de la empresa, no siempre son lo más importante.
- Lo que dice la gente: Muchas veces los clientes, familiares, competidores, amigos, etc. Tienden a dar “información” o ayuda para la empresa. Recuerde que ellos sólo entregan “ideas”, no se encuentran presentes en el día a día y tampoco han aportado dinero, esfuerzo y sacrificio para llevar a delante el negocio. Si bien los comentarios son buenos, no siempre entregan los mejores consejos y las mejores visiones sobre la empresa.
- Historia: La historia es la parte bonita de la empresa, es el pasado. Lo que importa es el presente y como sortear el futuro.
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